Habían pasado 32 años sin sucesos trágicos,
cuando el Cuerpo de Bomberos de Temuco nuevamente debe enlutar
su estandarte para rendir honores al segundo mártir de la institución.
En esta oportunidad, el voluntario de la Tercera Compañía
Arturo Barnert Ithal,
con 52 años de vida, fallece tras acudir al llamado de la sirena.
En la madrugada del domingo 26 de septiembre de 1948, en pleno centro
de la ciudad se desata un voraz incendio, que moviliza a todas las compañías
del Cuerpo. El eficiente trabajo de los voluntarios de la época
permite extinguir el fuego a eso de las 3 de la madrugada, en donde
se le da la retirada a la Tercera Compañía, pero un rebrote
en las llamas, hace que el siniestro se extendiera hasta las 6 de la
mañana, siendo finalmente controlado por voluntarios de la 1era
y 2da Compañías.
Debido al intermitente llamado de la sirena del Cuartel General, el
Inspector Técnico Arturo Barnert
acude presuroso en su auto, a cumplir con el deber de
mantener las máquinas en perfectas condiciones, pero lamentablemente,
su salud se encontraba quebrantada, debiendo mantener reposo. La excitación
producida por el incendio le hace sufrir un fuerte dolor en el pecho,
debiendo estacionar su auto en la esquina de Bulnes y Portales, en donde
le sobreviene un mortal ataque cardiaco.
Arturo Barnert, había
ingresado a la Tercera Compañía el 28 de noviembre de
1940, mecánico de profesión, estaba casado con María
Pape. Desde su ingreso a la Tercera Compañía
se destacó como un elemento sobresaliente y cumplidor, prueba
de ello se encuentra su trágico final, ya que aún con
un estado de salud de cuidado, acude al incesante llamado de la campana
encontrando la muerte.
Sus restos son despedidos con todos los homenajes que un hombre como
Arturo Barnert
se merecía.
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